Aunque fue una jornada corta, también fue fructífera pues de forma colectiva, las estudiantes, fantasearon e improvisaron un cuento a partir de una sola palabra; luego, individualmente, ellas hicieron gala de su creatividad, y escribieron, a partir de la frase: "Había una vez una caperucita de vidrio..." y "Caperucita del siglo XXI", un cuento que quisieron compartir con nuestros lectores.
Espero que los lean y los compartan con grandes y chicos, que no olviden que dentro de cada uno de nosotros existe un niño al que le gusta soñar, crear, que podemos viajar con nuestra imaginación a mundos maravillosos y que podemos aprender de nuestros niños el goce por lo increíble, por lo fantástico y mágico. Vivamos con ellos un momento de placer literario invitándolos a jugar con las palabras, las imágenes, los sitios y los seres fantásticos; que con su imaginación fantaseen dibujando o escribiendo cuentos, maravillosos cuentos que con gusto publicaría en "Una aventura para leer". Entonces... A crear cuentos.
He aquí las creaciones de algunas de las estudiantes participantes al taller.
Había una vez una caperucita de vidrio, vivía en su casa con su mamá, ella no podía salir ya que los rayos del sol le afectaban demasiado, pero su mamá le compró una sombrilla para ir a visitar a tu tía Marina, así que se fueron corriendo por el bosque y de pronto se encontraron con unos seres de palo. Al verlos, Caperucita quedo sorprendida al darse cuenta de lo hermosos que eran.
Los seres de palo de preguntaron por qué estaba tan triste?
Ella les respondió: - porque gracias a que soy de vidrio no puedo salir mucho.
Uno de los seres de palo le dijo: - yo tengo la cura. Detrás de la montaña que ves al fondo, se encuentra una fuente de agua pura, si bebes el agua antes de que el sol se oculte, podrías tener un cuerpo humano.
Caperucita, al escuchar esto, le dijo a su mamá que fueran, entonces se fueron en busca de ese manantial. Caminaron por un largo rato, hasta que finalmente lograron ver la fuente, pero un zorro que la protegía y el les dijo: -Si quieres tomar de esta agua, tendrán que adivinar tres acertijos.
Caperucita era muy buena con los acertijos, así que los adivino , tomo del agua y se convirtió en una niña de verdad y todos los días visitaba a su tía y salía a jugar.
Alba Luz Vargas.
Erase una vez una caperucita de vidrio, un día se encontró con un duende que estaba detrás de un árbol, y este duende la llevó al centro del bosque. De pronto se encontraron con unos seres de palo. Estos seres asombrados, le dijeron: -¡pero que niña tan rara!
- ¿Tu de dónde vienes? - de preguntó uno de ellos
-Soy Caperucita, vengo de un mundo mágico donde todo es de vidrio.- Respondió la niña
-Pero en realidad eres así?- Preguntó otro ser de palo
-No, en verdad ha sido el hechizo de unos chiquillos, quienes nos arrebataron la libertad de jugar y volver a reír.- Contestó Caperucita nuevamente
-No te preocupes Caperucita, te ayudaremos.- Le dijeron los seres de palo.
En su interior, los seres de palo estaban llenos de de magia.
El duende que la acompañaba también quiso ayudarla, se compadeció de su triste historia y entre todos unieron sus fuerzas y volvieron a la realidad al mundo de Caperucita.
Y desde entonces podemos seguir llamándola, "Caperucita Roja".
Alexandra Trullo R.
En nuevas publicaciones seguiré compartiendo mas de los cuentos que las futuras maestras de pedagogía infantil escribieron.